¡Qué sufrimiento el de nuestro pronombre de objeto indirecto!

Ya no sé si me estoy obsesionando pero es que cada día que escucho la radio, veo la televisión o incluso leo la prensa me encuentro con una nueva modalidad del pronombre de objeto indirecto de tercera persona (le/les), hasta ahora desconocida para mí. Yo siempre había entendido que este pronombre tenía que concordar en número, que no en género —dejemos aparte laísmos, leísmos y loísmos—, con el complemento indirecto al que se refiere y que va precedido por la preposición a. Así,  diremos le si se refiere a algo que es singular y les si se refiere a algo que es plural. Por ejemplo:

  1. Le dimos a mi amiga tu teléfono.
  2. Dentro de poco será Navidad, les tengo que comprar unos regalos a mis hijos.

En el primer ejemplo debemos decir le porque nos referimos a a mi amiga, que es singular y en el segundo ejemplo les porque nos referimos a a mis hijos, que es plural.

Pues bien, ahora parece que esa concordancia está desapareciendo porque, como decía, es lo que estoy percibiendo constantemente en los medios de comunicación. Política aparte, aquí os dejo, con sus respectivos autores, unas perlas que he ido recopilando últimamente:

Para quedarme tranquila, que alguien me confirme que esta no es una nueva modalidad del pronombre de objeto indirecto sino unos “pequeños errores garrafales” de quienes, in my humble opinion, deberían destacar por la corrección en la lengua y dejar de hacer sufrir al pobre pronombre que él no les ha hecho nada a ellos.